LO MEJOR DE LAS
LECTURAS DEL 2017
(TOP TEN y destacados
en categorías)
Esta primera entrada del blog en 2018 tenía que estar dedicada a mis
libros memorables de 2017, aquellos que se destacaron por no dejarme
indiferente, por hacerme hablar de ellos ante terceros, por postear fotos del
inicio de sus lecturas, es decir, por hacer amenos mis ratos libres y por ayudarme
a crecer como lector y persona. No vuelves a ser el mismo luego de que un libro
(o una seguidilla de libros) te impacta de tal manera que no puedes dejar de
terminarlo sin querer empezar el siguiente porque te ofrece refugio o porque te
sirve de maestro o porque, como en mi caso, sólo en él encuentras cosas reales
en medio de tanta falsedad imperante en el mundo actual. De las decenas de obras que leí el año
pasado, que se enfocaron principalmente en narrativa y en las que se elevó el
porcentaje de libros escritos por mujeres, dejo testimonio de mi predilección
por la lista que compone mi TOP TEN,
que viene a continuación, haciendo luego especial reconocimiento en los logros
particulares de ciertas obras en categorías relativas a la forma y al fondo de
las mismas. Al final les dejo, como es de esperar, mi Decepción del año, y que Dios me perdone mi sacrilegio si
despotrico contra un libro amado por la mayoría.
10. Tierra Firme (Matilde Asensi –Planeta): 

Es el primer tomo de la
trilogía de Martin Ojo de Plata. Una narración que per se nos devuelve al siglo XVI porque usa los modismos propios
del español antiguo y nos cuenta la historia de Catalina, una joven mujer sobreviviente
de un naufragio tras un ataque pirata, que debe presentarse públicamente como
hombre para zafarse de un matrimonio que no quiere en las Indias Occidentales,
o mejor dicho, Tierra Firme, como
llamaban a América por aquellos días. El padre putativo está comprometido con
una deuda impagable ante un mercader corrupto y Martín, el nuevo nombre de
Catalina, hará todo lo posible por librarlo de tal carga. Con pasajes
ligeramente soporíferos, con lances llenos de acción y zozobra, con una prosa
preciosista y depurada, con un astuto giro argumental al final, Matilde Asensi
logra con solvencia empezar una franquicia literaria ya famosa a nivel
internacional.
9. Andantes (Néstor Cánchica- FB Libros): 

La portada atrapa a simple
vista, las primeras escenas te mantienen enganchado, los finales de los
capítulos que dejan al lector con la miel en los labios son un acierto notable,
el carisma extraño y el aura de misterio del villano lo hacen un personaje
irresistible, el ritmo constante de los hechos evita el adormecimiento. Con
estos elementos el autor propone un thriller contemporáneo que en menos de 300
páginas desarrolla la idea de seres vivientes cuya sola existencia va más allá
de lo que podríamos creer de buenas primeras: gente que anda por ahí en el
mundo pero que no está viva y que responde al deseo de un ser sobrenatural que
hace y deshace a su antojo. Guillermo, el protagonista, tiene de novia a uno de
esos seres, se ve obligado a cumplir ciertas tareas a pedido de un viejo
enigmático que parece no sentir conmiseración por nadie, ingresa a un sanatorio
mental, descubre a los andantes, viaja a otro país a descubrir qué se esconde
tras todo lo que ha vivido y no puede entender. Disculpen los spoilers, pero
cuando la lean la encontrarán entretenida y no se dará cuenta de que lo que les
acabo de revelar de la trama. Este es un debut literario que a pesar de que se
nota que lo es no deja de ser interesante y promete escrituras más osadas y
sustanciosas en cuanto al manejo de nuestro bello idioma.
8. Catalina de Miranda (Xiomary Urbáez – Planeta): 

A las letras
venezolanas contemporáneas les hacía falta una heroína como la que Xiomary
Urbáez nos regala en esta novela que nos pasea por la fundación de ciudades del
occidente venezolano en la segunda y tercera décadas del siglo XVI. Catalina es
una chica española que sueña en grande, no se conforma el destino que al
parecer le ha tocado. A punta de usar su belleza logra embarcarse desde Sevilla
hasta América y llega a Venezuela y conoce al mismo Juan de Carvajal, se
convierte en su mujer y a partir de allí presenciamos el ascenso del personaje
no sólo en lo dramatúrgico sino como
arquetipo de alguien que asciende en su afán de no estancarse y vivir
siempre cada día como si fuese el último. Es de agradecer que la autora
venezolana no atiborrara el texto con palabras rebuscadas ni coloquialismos
constantes que hubiesen recargado el texto hasta hacerlo demasiado denso.
Urbáez es efectiva, directa, sabe usar el recurso del diálogo, sintetiza bien.
No por nada este libro fue finalista del Premio Planeta-Casa de América en
2012.
7.La
amigdalitis de Tarzán (Alfredo Bryce Echenique–Seix Barral): 

Un bello
romance epistolar, entre amantes que están cerca y lejos la vez, dotada del
humor tan fino que caracteriza al autor peruano. Cualquier consideración que
hoy se tenga hacia las relaciones amorosas tipo open mind encuentra en esta novela una ética y una estética con tan
buen gusto que es difícil no justificarlas cuando se trata de un fuerte
sentimiento que prevalece sobre la distancia y el paso de los años. Los circunloquios
de Juan Manuel, uno de los protagonistas, es de lo más logrado en la narración,
porque logra sacar sonrisas así como enternecer con la misma solidez
deslastrada de lugares comunes tan escuchados en boleros y baladas románticas.
Si, Bryce Echenique hace una historia de amor acaecida décadas atrás pero con
personajes que al fin y al cabo son un reflejo atemporal de esa perenne
obsesión los humanos por mantener amores tan incólumemente como sea posible a pesar
de casarse con terceros y estar separados por un océano. Es inevitable, durante
y después de su lectura, cuestionarse qué haría uno por seguir en contacto con
la persona amada si tales obstáculos enturbiaran la relación.
6. La gesta del caníbal (Jorge Aristizábal Gáfaro–Rey Naranjo): 

Este
libro de relatos contiene joyas que deberían estudiarse en los bachilleratos de
Colombia, por lo menos, y, por qué no, de América Latina. Jorge Aristizábal
ganó con este libro el Premio nacional de libro de cuentos Ciudad de Bogotá en
2015 y con indubitable merecimiento. El relato que le da título a la obra (y que
empieza el libro) versa sobre la obsesión de un escritor por forjar la obra
perfecta que le dé la fama y el prestigio literario pero se encuentra con
consideraciones de editores que le son adversas, lo que le lleva a cambiar de
historia y escribir otra y otra y otra para complacer gustos de terceros,
hasta que cuando escribe un bodrio, a propósito, para satisfacer multitudes de lectores superficiales, resulta también rechazado por haber perdido la originalidad
y la voz propia de sus intentos primeros. En fin, con un humor inesperado en
medio de la seriedad de la trama, nos recuerda a lectores y narradores que el
ego es un ángel maldito que así como
logra hacer fraguar buenos libros también se convierte en enemigo del escritor.
Un ciego que recobra la visión para descubrir terribles cosas ocultas gracias a
su visión agudizada, una chica desesperada en busca de la pastilla del día después en plena selva colombiana, un ente poderoso que acomoda los sucesos de
la historia para que el devenir de la humanidad fluya como lo conocemos son
algunos de los brillantes argumentos que el lector encontrará en este delicioso
libro cuya edición en tapa dura e
ilustrada de Rey Naranjo lo convierte en una opción insoslayable en las
librerías.
5. Pensión de animales (Pablo Silva Olazábal–Escarabajo): 

El intro
nos lo presenta un ángel borracho, perezoso, que ya no vuela, pero que no deja
de preocuparse por Laura, el personaje que va bajando por los pisos de la
pensión al tiempo que golpea las puerta de los demás inquilinos con una furia
notoria e incontenible y de la que no sabemos el origen pero que se deja sentir
irremediablemente por todo el recinto, origina reacciones diversas, es un
huracán de rabia que a cada quien tocará dentro de su espacio íntimo y en la
medida en que las condiciones pongan a estos inquilinos más cerca de ella o
“protegidos” tras sus puertas. Y mientras tanto, el ángel en el altillo de esta
pensión observa todo a la vez, y en cada capítulo interviene para que sepamos
su reacción ante tan singulares vecinos: un tipo obsesionado con comprar un
azucarero de una tienda cercana y que presiente que lo van a matar mientras
espera su orden, otro que se toma demasiado en serio el acto de matar a un
animal no definible que le quita la calma y que parece burlarse de él con su
fuerza y sagacidad, una pareja que filosofa sobre la naturaleza de los ángeles
y su intervención en las ideas de los seres vivos, un humano encerrado en el
cuerpo de una mascota en la portería y
que se sabe víctima del hechizo de una bruja con la esperanza de ser devuelto
en instantes a su condición original, el marido de la rabiosa Laura que intenta
una suerte de cirugía casera a un loro que lo necesita. En Pensión de animales se aplica la máxima aquella que dice “menos es
más”. Sin innecesaria rimbombancia el autor logra dejar al lector embebido de
la atmósfera conmovedora y miserable de la que se compone en parte el
gentilicio latinoamericano, acaso porque reconocemos inconscientemente de
generación en generación que no somos una raza pura sino el resultado de una
combinación, una raza reciente en
términos antropológicos, y que por ello aún nos falta dar tumbos hasta lograr
un nivel mayor de madurez colectiva. La obsesión por lo intrascendente toma en
esta novela un cariz de epopeya que deja sin sentido toda consideración sobre
qué cosas debería o no contar un narrador en su relato, lo cual trasforma el
hecho nimio en algo apoteósico tan digno de ser contado como las gestas de
guerra o las historias de amor más apasionadas.
4. Mi
novia preferida fue un bulldog francés (Legna Sánchez Iglesias–Alfaguara):
Sin duda la autora cubana debería ser resaltada como uno de los
debuts literarios más interesantes del 2017 en Latinoamérica. Hacía tiempo no
leía a una autora novel, joven, con la lengua mordaz que caracteriza a raperos
ingeniosos. Su manera estética de abordar las relaciones humanas se aleja de
convencionalismos y no por hablar de forma explícita pierde fuerza y poesía. Es
imposible quedar indiferente ante la prosa de Sánchez Iglesias. Si hay algo que
no es este libro es insípido. Parece que es una novela con historias fragmentadas
en que en algún momento convergerán,
pero con el paso de las páginas nos damos cuenta de que es sencillamente un
genial e irreverente libro de trece relatos en los que la autora
camaleónicamente se viste con diversos ropajes para mantenernos atentos en
todas las historias, historias que no tienen título pero sí una carga narrativa
que semeja la fuerza de la colombo-americana Patricia Engel y a Fernando
Vallejo, el transgresor maestro narrador colombiano, recordado gratamente por El desbarrancadero y otras novelas de
alta estima. Mi novia preferida fue un bulldog francés es un libro muy cubano
pero no por eso limitado, más bien el rango variado de personajes nos sitúa en
una posición de mayor comprensión sobre las pulsiones del cubano de hoy. Y sí,
señoras y señores, el bulldog mencionado en el título es un personaje activo en
la obra: es el narrador del último de los relatos.

3. Simone
(Eduardo Lalo–Ediciones Corregidor): 

No es el escritor más afamado, y la
novela no ha tenido ediciones elegantes dignas de su contenido. Pero es
innegable que con Simone Eduardo Lalo
pegó un jonrón con tres en base, por ponerlo en tan puertorriqueños términos
beisboleros. Es una obra divisible en tres partes que se pueden distinguir con
facilidad. La primera es el juego detectivesco de descubrir quién es el anónimo
que deja mensajes al protagonista. La segunda es la relación amorosa que el
narrador entabla con Li, una jovencita compleja moldeada y descrita con mucha
poesía. La tercera es la del quiebre sentimental junto con disertaciones sobre
la escritura misma y la sensación de vuelta a la soledad. Es la epopeya
existencialista de un hombre solitario de mediana edad a quienes las relaciones
humanas no le han salido del todo bien y de pronto halla un bálsamo de placidez
junto a una muchacha, lesbiana por cierto, que dice amarlo y quiere intimidad con
él pero sin dejarse penetrar, lo cual de suyo ya provoca un serio conflicto,
conflicto que Lalo maneja con absoluta destreza. Los lances eróticos de la
novela no desentonan, sus cautivadoras primeras páginas alardean un lirismo
delicioso, pero lamentablemente la novela pierde algo de fuerza, de enganche,
al final. Sin embargo es tan limpio el primer setenta por ciento de la novela que se lleva el puesto 3 de
mi Top 10.
2. Rendición (Ray Loriga – Alfaguara): 

El
distópico futuro que el escritor español plantea en esta genial obra evoca con
toda justicia el establishment orwelliano
de 1984. La voz del narrador no brilla por la verborrea hermosa sino por una
sencillez que nos enseña que la sencillez puede coexistir con la universalidad,
si no es quizás su causa. Ernesto Sábato dijo que los buenos escritores decían
grandes cosas con palabras simples y Rendición
es un ejemplo. La guerra ha llegado al pueblo y hay que evacuarlo para mudarse
a una ciudad que el gobierno ha destinado para los sobrevivientes, pero esta
ciudad es transparente. Todo está hecho de cristal, desde los edificios hasta
las paredes de los baños, de manera que se pierde toda privacidad. Dado que
todo está minuciosamente planificado, todo marcha bien y la gente es feliz. Sin
embargo, el protagonista se cuestiona la sensación de bienestar y plenitud sin
motivo aparente y reacciona ante ella, se resiste a ella, no entiende las
reglas y la naturalidad del nuevo status
quo (¡en la nueva ciudad se ha eliminado el olor del sudor y de las
heces!), y nos plantea con plausible franqueza la naturaleza conflictiva del
hombre moderno, poco dado a sentir que ha vivido ratos realmente felices e inconforme con todo a
su alrededor. Entonces la novela se convierte en una fábula de la fragilidad de
las relaciones afectivas, de la nostalgia por los tiempos pasados, de la
adaptación al cambio, de la opresión sutil del poder invisible, de la
claudicación de la identidad propia. El enfoque filosófico que justifica el
título de la novela está presente hasta en la frase final, cuando afirma que
uno tiene que reconocer cuando su debacle ha llegado y reconocer vitorias
ajenas. Les advierto que la novela va de menos a más, se profundiza con
humildad desde el comienzo de la segunda mitad.
Los entendidos en la obra de Loriga afirman que Rendición es muy distinta del resto de sus obras, que se nota ahora a un hombre con mayor madurez. No faltará quien afirme que Loriga se ha
separado de sí mismo, que se ha desdibujado su mordaz voz narradora de los años
90 y comienzo de este siglo. Pero el resultado final que ganó el Premio
Alfaguara 2017 es un hito que resuena en la memoria del lector luego de
terminada su lectura, sin duda.
1.
El
Aleph (Jorge Luis Borges –Debolsillo): 

Acercarse a cualquier libro de
Borges es contemplar y sumergirse en un universo creado a punta de tinta y de
una vasta cultura general que a veces te hace sentir pequeño, inculto, pero que
agradeces página tras página. Toda su obra narrativa (en la que no hay novelas)
podría reunirse en un solo y gordo tomo en el cual lector no sólo buceará a
placer en los mundos borgianos sino que será testigo de la historia del mundo,
o de fragmentos relevantes de ella, en los que el autor argentino alardea erudición y maestría narrativa. Con
el respeto que merecen otros escritores influyentes de nuestro idioma, según mi
humilde opinión Borges es para las letras latinoamericanas del siglo XX lo que
Heródoto es para los historiógrafos: es el cronista estructurado de la
evolución humana. Y El Aleph es un
testimonio de ello. En esta obra podemos encontrar clásicos dentro de la obra
borgiana como El inmortal, El muerto, La
espera, La otra muerte y La escritura del dios, que son mis favoritos del
libro en cuestión. No es fácil de describir a Borges. Es tan único que toda
exégesis será apenas una aproximación (limitada por la palabra) de lo que
produce su verbo en el lector maduro que se atreva a enfrentarlo. No lo recomiendo a
chicos. Hay que haber vivido y tener un bagaje de lecturas previas y aproximaciones a estudios de historia para comprender la grandeza del argentino.
A mis treinta y tantos, me faltan aún un par de títulos de la cuentística de
Borges por considerar que necesito más cultura para hacerlo. Así de simple (?)
es el legado de Borges.
Pasemos al renglón de los logros
individuales en diversas categoría narrativas y la decepción del año:
1.
Mejor Portada: La gesta del caníbal (Rey
Naranjo – 2016)
2. Mejores 5
(cinco) relatos:
1. El inmortal (El aleph- Jorge Luis Borges),
2. Un 0416 (Shadow y otros cuentos sombríos –Eritza Liendo)
3. Óptica alemana (La gesta del caníbal –Jorge Aristizábal
Gáfaro)
4. Vida (Vida – Patricia Engel)
5. Trece (Mi novia preferida fue un bulldog francés –Legna Sánchez Iglesias)
3. Mejor
libro de relatos: El aleph (Borges
-Debolsillo)
4. Mejor
personaje secundario femenino: Evelyn Ortega (Más allá del invierno-Isabel Allende/Plaza y Janés)
5. Mejor
personaje secundario masculino: A. Kramer (Andantes-Néstor
Cánchica)
6. Mejor
desarrollo de diálogos: Shadow y otros
cuentos sombríos (Eritza Liendo–Monte Ávila Editores)
7. Mejor
párrafo/página inicial: Simone
(Eduardo Lalo -Corregidor)
8. Mejor
párrafo/página final: ¡Que viva la música! (Andrés Caicedo – Debolsillo)
9. Mejor
estructura: Pensión de animales
(Pablo Silva Olazábal – Escarabajo)
10. Mejor
final/clímax de capítulos: Andantes
(Néstor Cánchica)
11. Mejor descripción de ambientes: Rendición (Ray Loriga – Alfaguara)
12. Mejor
argumento: Andantes (Néstor Cánchica)
13. Mejor
prosa: Simone (Eduardo
Lalo–Corregidor)
14. Mejor
personaje principal femenino: Catalina de Miranda (Catalina de Miranda-Xiomary
Urbáez/Planeta)
15. Mejor
personaje principal masculino: Narrador de Simone
(Eduardo Lalo–Corregidor)
16.
Mejor novela:
empate entre Simone (Eduardo
Lalo) y Rendición (Ray Loriga)
Decepción del año: Más allá del invierno, de Isabel
Allende: 

la novela es demasiado anecdótica (aunque parezca tonto decirlo de una
novela), de manera que todo en ella se experimenta de manera superficial,
rasante. Hay momentos en que se muestra cierta introspección de los personajes,
cosa que uno agradece como lector, pero apenas son bálsamos para paliar el
aburrimiento constante de un argumento flojo y una narración lenta que parece
eterna con sus 350 páginas. Para ser una de las autoras hispanohablantes más
leídas a nivel mundial esperaba más a estas alturas de su carrera.
Para
finalizar, les deseo un venturoso 2018 con formidables lecturas que nos hagan
mejores seres humanos, menos peligrosos, más pensantes, más felices, ¡por qué
no!…
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